Por el Padre Shenan J. Boquet – Presidente de Vida Humana Internacional.
Publicado el 22 de Mayo de 2023.
Pocas cosas me provocan una ira más justa que la visión cada vez más común de adultos con mentalidad ideológica que hiper sexualizan a los niños, ya sea para su propia gratificación o con el fin de difundir las doctrinas de la revolución sexual. Uno ve esto quizás más abiertamente en el creciente movimiento de “drag queen (transformista)”, que ha pasado de ser un fenómeno confinado a los bares de adultos de mala muerte, a algo en lo que se invita a los niños a participar y competir. Así, para elegir un ejemplo entre muchos, tenemos el espectáculo desgarrador en el canal de televisión CBC, la cadena financiada por el gobierno de Canadá, de un programa llamado “Drag Kids”. Lo que es más mortificante es la absoluta desvergüenza de los activistas detrás del programa. Un artículo promocional sobre el programa declara: “Un nuevo tipo de reina está surgiendo en la escena: es feroz, vive en una época de acceso sin precedentes a la cultura queer y es más joven que nunca. Ella es una niña travesti”.
Un niño, “más joven que nunca”, que vive en una “cultura queer”. ¡Y la cadena CBC está celebrando esto! El mismo artículo promocional celebra el hecho de que un “niño drag” de nueve años que aparece en el programa vende productos temáticos en una “tienda local de fetiches” (en otras palabras, un sex shop con clasificación para adultos). Otra de las estrellas, una niña de 11 años supuestamente está buscando “oportunidades para conectarse en el mundo de los espectáculos de drag para mayores de 19 años” (en otras palabras, ¡el mundo adulto de las actuaciones drag sexualmente explícitas!). Mientras tanto, uno no necesita buscar muy lejos para encontrar clips de niños pequeños en la “Marcha del Orgullo Gay” o eventos de drag, bailando de una manera que solía limitarse a los clips de striptease, mientras los adultos los animan, incluso arrojándoles dinero. Hace unas semanas, mencioné brevemente un nuevo programa de televisión “educativo” en la televisión holandesa, en el que participantes adultos (incluidas personas “transgénero”, personas que luchan contra la disforia de género y que se han sometido a cirugías para mutilar el cuerpo) se desnudan y exhiben sus cuerpos frente a los niños.
No hay otra palabra para todo esto que “diabólico”.